El mundo vive la epidemia de Ébola más
mortal desde que existen registros, el número de infectados por el ébola en
África occidental es de más de 8.000 personas, de las que más de 3.500
han fallecido.
¿Qué es el Ébola?
El ébola es una enfermedad
infecciosa viral aguda que produce fiebre
hemorrágica en humanos y primates (monos, gorilas y
chimpancés) y cuya tasa de mortalidad puede llegar al 90%.
El virus
del Ébola, uno de los más mortíferos que existen, se detectó por vez primera en
1976 en dos brotes simultáneos ocurridos en Nzara (Sudán) y Yambuku (República
Democrática del Congo, entonces Zaire). La aldea en que se produjo el segundo
de ellos está situada cerca del río Ébola, y de ahí toma su nombre.
Tiene cinco variedades:
Sudán, Zaire, Reston, Côte d'Ivoire (Costa de Marfil) y Bundibugyo, de las
cuales Sudán, Zaire y Bundibugyo se han asociado a importantes brotes de fiebre
hemorrágica en África.
El virus altera un tipo de células llamadas "endoteliales" que
recubren la superficie interior de los vasos sanguíneos y la coagulación. Al dañar los vasos sanguíneos las plaquetas
no son capaces de coagular, y los pacientes sucumben a un shock
hemorrágico que deriva en una pérdida muy grave de sangre.
¿Cómo se contagia el Ébola?
El virus
del Ébola se contagia entre humanos por el contacto directo con la
sangre u otros líquidos o secreciones corporales (saliva, semen,
orina, heces...) de una persona infectada y que presente ya síntomas de
la enfermedad o de personas muertas infectadas.
También
puede producirse el contagio del ébola por exposición a objetos que
hayan sido contaminados con secreciones infectadas como prendas de
vestir o ropa de cama sucias o agujas usadas, según informa la OMS. El
virus del Ébola no se transmite ni por el agua, ni por el aire, según el Ministerio de Sanidad.
También se
puede contraer la enfermedad a través del contacto directo con sangre u
otros fluidos corporales de animales salvajes como monos, antílopes selváticos
y murciélagos, vivos o muertos y por el consumo de su carne mal cocinada.
Aunque los
monos han sido una fuente de infección para las personas, se considera que los
murciélagos de la fruta de la familia Pteropodidae son los huéspedes naturales
del virus.
Sin
embargo, este extremo no está confirmado, por lo que, al desconocerse el origen
natural del virus, no se ha podido determinar aún cómo apareció el Ébola por primera vez en
un ser humano.
¿Cuáles son
sus síntomas?
Los primeros síntomas de esta enfermedad son fiebre repentina y alta,
debilidad intensa y dolor muscular, de cabeza y de garganta, seguido de vómitos, diarreas, erupción
cutánea, funciones renales y hepáticas
alteradas e intensas hemorragias internas
y externas.
No son contagiosos durante el
periodo de incubación (intervalo desde la infección
hasta la aparición de los síntomas). Este periodo oscila entre 2 y 21
días, aunque generalmente los síntomas aparecen entre los cinco y diez primeros
días tras el contagio.
¿Ha
habido más brotes como este?
No, el que se vive actualmente es el peor episodio de ébola registrado
hasta la fecha. El siguiente en gravedad fue la
primera, en 1976, en la República Democrática del Congo, por el que murieron
280 personas de 318 contagios.
El brote actual se originó en diciembre en Guinea Conakry, desde donde se ha extendido a Liberia, Sierra Leona y Nigeria.
En agosto, la OMS reconocía que el virus está fuera de
control, por lo que ha dado la alarma a
nivel regional e internacional para contener su expansión.
¿Existe una cura o una vacuna?
No, no se cuenta todavía con ningún tratamiento ni vacuna específicos -como tampoco hay una vacuna definitiva para otros virus más
conocidos como la gripe-, aunque se están poniendo a prueba varios
sueros experimentales.
¿Cuál
es el tratamiento para frenar la enfermedad?
Los casos graves de ébola requieren cuidados intensivos sobre sus síntomas y un tratamiento sustitutivo de los órganos que
se pueden ver afectados (riñones, hígado). Los enfermos suelen estar
deshidratados y necesitar rehidratación por vía intravenosa u oral con soluciones que contengan electrólitos.
Como en el tratamiento de otros virus, se administran medicinas para la fiebre (nunca aspirina, por el riesgo de hemorragias) y se guarda reposo
en cama.
Si hay
manifestaciones hemorrágicas se requiere administrar líquidos por vía
endovenosa, así como plaquetas, factores de coagulación o transfusiones de
sangre si es necesario.
La fiebre hemorrágica del Ébola es una de las enfermedades más
mortíferas para el hombre, con una tasa de mortalidad del 25 al 90%, y el
brote actual es uno de los más letales.
Fuentes
5 comentarios:
Muy buen trabajo Maria :)
Muy interesante el tema es lindo que nos informemos
la ebola para todos le parece muy mal paras todas las persona pero ya de esta cuya enfermada ya esta por salí la cura
ami me parece el tema muy interesante de mi parte
me perece muy bien que se de a conocer esto ya que no estamos lo suficientemente informados por mi parte yo tengo miedo de esto jaja
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